Por la Sociedad Andaluza de Herpetología y Terrariofília (SAHT)



Cuando hace un año nos movilizábamos los que ahora formamos la junta directiva de la SAHT, para tratar al menos de sensibilizar a la administración y organismos competentes del descalabro ecológico que se iba a cometer en Torremolinos, lo hacíamos convencidos de que, pese a nuestros esfuerzos por tratar de divulgar la peculiaridad del Humedal de los Manantiales y la riqueza de fauna que subsistía gracias a él, tarde o temprano, se acabaría cometiendo la fechoría medioambiental que acabamos de comprobar recientemente y que en este artículo denuncia queremos hacer llegar a todos los ciudadanos Torremolinenses, Malagueños, Andaluces y Españoles, y lo hacemos porque somos parte de ese sector de la sociedad que creemos a pies juntillas que parte de nuestra riqueza y patrimonio reside en nuestros espacios naturales.



Andalucía ha sido y, pese a los descalabros que se siguen cometiendo, sigue siendo una región rica en biodiversidad que cuenta con espacios protegidos emblemáticos como Doñana, Cazorla, etc, y otros menos conocidos que pese a su alto valor ambiental no son considerados como tales, actitud que no entendemos y por supuesto no compartimos. Tal es el ejemplo que nos ocupa en este artículo y que acaba de ser literalmente arrasado, con las consecuencias desastrosas e irremediables que ya ha causado tal acción.

Torremolinos se encuentra enclavado en un lugar privilegiado en cuanto a fauna y flora se refiere, a pocos metros de distancia de nuestro querido municipio nos sumergimos directamente en la naturaleza, esto nos diferencia de muchos otros municipios costeros que han necesitado crear artificialmente sus zonas verdes para esparcimiento público.

 


 
Sesión fotográfica en el humedal, abril 07


Estas fotografías del humedal en pleno apogeo fueron tomadas en abril de 2007, una de ellas es una simpática instantanea de un macho de Hyla meridionalis en pleno cortejo.



En nuestro municipio contamos con la zona de los pinares, amplias zonas de monte bajo mediterráneo, donde abundan las orquídeas silvestres mediterráneas, como la Ophrys lutea, la Sierra de Jarapalo a escasos 30 minutos del municipio, con una flora y fauna excepcionales y un humedal autóctono que acaba de ser arrasado y se encontraba enclavado en la zona colindante al vivero municipal, que era un vestigio de una amplia zona de este mismo ecosistema húmedo con el que el municipio de Torremolinos contaba antaño y que se extendía desde el descampado que ocupa el supermercado Supersol, pasando por todos los terrenos del actual “Aqualand”, llegando hasta este reducto, la única porción que aún se conservaba en la actualidad y que se situaba a escasos metros del “Magic Palace”.

El presente manifiesto trata pues, en primer lugar, de mostrar a la ciudadanía el tesoro natural que acaba de arrebatársele. Para evitar su destrucción, desde la SAHT, hicimos un llamamiento a la sensibilidad de las autoridades, ahora hace justo un año, para que unieran sus esfuerzos en detrimento de urbanizar en esa zona y a su vez de conservar este santuario de vida en el municipio.

Las características únicas del terreno permitían absorber el agua de las lluvias y almacenarla en el subsuelo, gracias quizás a arroyos subterráneos existentes en el municipio, de tal manera que en primavera cuando caen las lluvias se reúnen las condiciones necesarias para el desarrollo de las especies que lo habitaban, confiriendo a esta zona unas características difícilmente igualables en el resto del municipio y por lo tanto convirtiéndose en el único oasis que existía para estas especies tan amenazadas.

La fauna del lugar.


Estos humedales Mediterráneos, ampliamente difundidos antaño por toda nuestra geografía, han desaparecido casi por completo, dejando paso a campos de golf, amplias urbanizaciones con sus respectivos supermercados, centros comerciales, polígonos industriales, etc.,  y sus correspondientes zonas verdes de esparcimiento, aunque inertes de todo valor ecológico.

La fauna de estos humedales se encuentra claramente en proceso de regresión, convirtiéndose en verdaderos nichos ecológicos a preservar a toda costa, tratándose pues sus habitantes de especies amenazadas y protegidas tanto por las leyes de nuestra Comunidad Autónoma como a nivel nacional. 

A continuación enumeramos las especies destruidas que habitaban el lugar y que fueron todas ellas observadas:

Ranita Meridional (Hyla meridionalis): 
Especie de anfibio de hábitos arborícolas que únicamente encuentra las condiciones propicias de humedad para completar su ciclo biológico en estas zonas húmedas con abundante vegetación. Las ranitas, llegada la primavera más temprana hacen sus puestas y sus renacuajos completan el desarrollo larvario, encontrando cobijo entre las amplias zonas de juncos existentes en la zona, donde se alimentan básicamente de mosquitos y otros insectos voladores.

Sus poblaciones, antes abundantes, se han visto confinadas a estos biotopos tan específicos, por lo que la desaparición de este lugar significa la desaparición del último reducto de la especie en Torremolinos, y de una importantísima población de la especie a nivel nacional. Su población está catalogada dentro del libro rojo de los anfibios y reptiles de España (J.M Pleguezuelos) como Casi amenazada a nivel nacional (NT), y muy próxima su extinción de Andalucía Oriental, cito textualmente: “…su situación es crítica en Andalucía Oriental donde se han extinguido varias poblaciones por alteraciones de los puntos de agua (cementación del brocal de charcas de pozo).”

Sapillo moteado ibérico (Pelodytes ibericus):
Otra especie avistada en la zona, de difícil observación pero de gran interés y sensible a la desaparición de pequeños biotopos como el que nos acontece. Se carece de datos suficientes (DD) acerca de sus poblaciones, siendo las más amenazadas las del suroeste ibérico y encontrándose muy aisladas las poblaciones en Andalucía.

Sapo común (Bufo bufo):
Especie relativamente común y que hace años era un habitante de estas zonas húmedas, hoy escaso y prácticamente inexistente en la zona.

Aunque se trata de una especie de amplísima distribución, en las zonas de baja altitud sus poblaciones se han visto muy afectadas por la agricultura y urbanización intensiva, siendo sus poblaciones mucho más localizadas. Catalogada como preocupación menor (LC).

Rana común (Pelophylax perezi)
Anfibio de amplia distribución y que igualmente encuentra en estas zonas su hábitat idóneo. Especie no catalogada y con preocupación menor (LC).

Sapillo pintojo meridional (Discoglossus jeanneae)
Otra de las especies escasas y que igualmente habitaban en este reducto acuático. “Sus poblaciones están muy fragmentadas y cuentan con escasos efectivos”, considerada como NT, es decir a padecer su extinción en un futuro próximo. Actuaciones para su conservación en Andalucía: Proyecto Distribución de los anfibios endémicos de Andalucía, estudio genético y ecológico de sus poblaciones. Convenio Consejería Medio Ambiente, Junta de Andalucía.- CSIC 2000-2003, Responsable, Dr. M. Tejedo (Estación Biológica de Doñana).

Sapo de espuelas (Pelobates cultripes):
Única especie de la familia Pelobatidae en la península. De costumbres subterráneas, este peculiar sapo habita los alrededores del humedal, acudiendo a éste para reproducirse. Cabe destacar que este era el único punto de reproducción para esta especie en Torremolinos y uno de los más importantes en Málaga. 

Culebra viperina (Natrix maura):
Especie depredadora natural de las anteriormente descritas y que igualmente habitaba en el humedal. Preocupación menor (LC), probablemente se trate del ofidio más común de España, aunque la degradación generalizada de ríos y estanques afecta actualmente a sus poblaciones, especialmente a las de la provincia de Málaga, donde se hace cada vez más escasa. Torremolinos ha perdido posíblemente su única población estable de esta especie.

Camaleón común (Chamaeleo chamaeleon):
Habita en los alrededores de la zona inundada, conocido por todos, es un símbolo relacionado con la conservación en Andalucía que escasea cada vez más en el municipio. Especie casi amenazada (NT), cito textualmente del libro rojo de los anfibios y reptiles de España: “…Actuaciones para su conservación: Protección del hábitat costero y persecución de la captura y comercio ilegal. Mantenimiento de los usos tradicionales del suelo. Creación de reservas y vallados en puntos negros en carreteras.”

También podemos encontrar invertebrados singulares. Destacamos entre ellas a tres especies de mariposas diurnas:

Mariposa arlequín (Zerynthia rumina):
Especie típica del bosque y monte bajo Mediterráneo, asociado a plantas también características del género Aristolochia. Es una especie endémica de la Península ibérica y Marruecos.

Cardenillo (Tomares ballus):
Además de ser una especie de gran belleza, es también una especie interesante cuya única población europea está principalmente en el sur peninsular, siendo estas poblaciones escasas y muy localizadas.

Mariposa monarca (Danaus plexippus):
Protegida por los convenios internacionales y que desova a escasos metros del humedal, siendo este enclave, uno de los escasos lugares de desove de esta especie en nuestro país.


Lo que proponíamos desde la SAHT:


Dadas las características únicas de este lugar creemos que sería de máximo interés y prioridad su protección. Para ello propusimos, como ya se ha hecho en otras ocasiones en situaciones similares (Valga como ejemplo la laguna de Alfarnate, pequeño espacio protegido de alto valor por sus especies de anfibios), que la zona fuese acotada y protegida para ser utilizada en talleres de educación medioambiental con escolares y público en general, así como para el estudio de especies tan singulares como las que acoge. Entre ellas destacamos la única colonia del anfibio Hyla meridionalis de nuestro municipio, única zona de cría de Pelobates cultripes, otra población menos de camaleón común, así como de las mariposas Zerynthia rumina y Danaus plexippus.
Para ello, como es evidente, sería necesaria la prohibición de la utilización de estos terrenos para la construcción de edificios de cualquier    naturaleza. Sabemos y somos conscientes del crecimiento económico y social que ha experimentado nuestro municipio en las últimas dos décadas, del que nos sentimos orgullosos, pero este crecimiento no puede ser a toda costa, existen razones para crecer sin devastar y que se aplique un verdadero desarrollo sostenible en la zona.

Que se muestre el mismo interés por conservar los espacios naturales propios de nuestro clima y orografía, en detrimento de parques y zonas verdes artificiales y carentes de cualquier valor ecológico.

En definitivas cuentas, creemos que, en el marco del nuevo paradigma ecológico que comienza a predominar en nuestra sociedad, debemos proteger los pocos terrenos valiosos que aún tenemos (especialmente en la costa mediterránea) y a las especies que los habitan. Un desarrollo sostenible verdadero es posible, las obras se paralizan o modifican si se encuentran ruinas al excavar, nuestra fauna protegida merece el mismo trato de valor pues también es patrimonio de todos los Andaluces, más aún cuando tanto el Ayuntamiento de Torremolinos como la Agencia de Medio Ambiente tenían total conocimiento del valor ecológico del lugar.

Aunque algunas de las especies reseñadas sean de amplia distribución y de poblaciones relativamente abundantes, recordamos que comparten hábitat con especies muy escasas y aisladas, protegidas por la ley, en algunos casos muy amenazadas por el progresivo deterioro de sus hábitat, en especial en todo el litoral Andaluz, tratándose el ecosistema que todas ellas comparten, en su mayor o menor grado de amenaza, como muy vulnerable.

Por todo ello, en su día solicitamos ser escuchados y pedimos a la Consejería de Medio Ambiente de La Junta de Andalucía que se estudiase el caso con detenimiento, se llevase a cabo un plan de acción sobre la zona y no se pasase página a este asunto.



Un ejemplar de Camaleón común, otra especie amenazada, al fondo, el humedal arrasado.

La cruda realidad, abril de 2008.


Esta era la propuesta que desde la SAHT presentamos junto con más de 200 firmas recogidas en el municipio y a través de Internet ante la delegación de medio ambiente de la Junta de Andalucía en Junio del pasado 2007...

La realidad es que, a 1 de mayo de 2008 el humedal se ha perdido para siempre, justo en primavera, plena época de cría de los anfibios, reptiles y artrópodos protegidos que anteriormente citábamos.


 
Lo que queda de este vergel en la actualidad, fotografía tomada el 6 de mayo de 2008.


Las máquinas han arrasado totalmente el lugar, como se muestra en las fotografías ofrecidas, aunque aun podemos encontrar animales en penosa y precarias condiciones de vida, sin ninguna posibilidad de subsistir, mucho menos de procrear, ya que los juncos y toda la vegetación que les servían de cobijo han sido arrancados de cuajo por las máquinas.


 
Una imagen de cómo ha quedado la charca y un ejemplar de ranita meridional.


El terreno ahora carece de valor faunístico alguno, y el biotopo que llevaba miles de años sirviendo de lugar de cría a especies endémicas y en peligro de desaparición actualmente en nuestra comunidad y país, ha sido brutalmente borrado sin ningún escrúpulo ni miramiento por parte del Ayuntamiento de Torremolinos y las administraciones medioambientales.

Desde la Junta Directiva de la SAHT queremos que el hecho se haga público para que el ciudadano Malagueño y Andaluz valore por si mismo los éxitos cosechados por nuestras autoridades y administraciones, que no dudan en desproteger a aquellas especies que se consideran protegidas por la ley cuando existe un interés económico de por medio.

Poco a poco, palmo a palmo, nuestros pueblos y municipios se llenan de urbanizaciones a la vez que van empobreciéndose ecológicamente cada vez más, gracias a actitudes de dejadez absoluta como la que ahora denunciamos. 

Hemos perdido para siempre un hábitat que podría haberse protegido y utilizado en estudios de recuperación de estas especies, véase el ejemplo del sapillo balear (Alytes muletensis) en la isla de  Mallorca y en las escuelas taller de medio ambiente para enseñar a la juventud que el nivel de vida que todos deseamos, no sólo se basa en centros comerciales y chiringuitos a pie de playa.



Ni el amenazado Camaleón común ha supuesto freno a este crimen medioambiental, Obsérvese al fondo de la imagen lo que queda del humedal.

Sirva este artículo como repulsa por la actitud del Ayuntamiento de Torremolinos y las autoridades medioambientales por haber permitido la desaparición de algo que ya tristemente es historia, un mérito cosechado por quienes nos gobiernan, que han logrado, aún teniendo pleno conocimiento de ello, que el Humedal de los Manantiales de Torremolinos ya sea historia.